Ensayo del INTA demostró que con agricultura de precisión y cultivo de cobertura se puede ahorrar hasta 60% de insumos


Ensayo del INTA demostró que con agricultura de precisión y cultivo de cobertura se puede ahorrar hasta 60% de insumos
En un ensayo sobre control de malezas, técnicos del INTA Manfredi demostraron que, combinando el uso de aplicación selectiva y cultivos de cobertura, se puede ahorrar hasta un 60% de herbicidas y con un control de yuyo colorado que alcanza el 80%...

El trabajo es un anticipo de lo que se presentará los días 19 y 20 de septiembre en Manfredi -Córdoba-, en el Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión.
Frente a un controvertido futuro de la producción en el sector agropecuario, las nuevas tecnologías en conjunto con las Buenas Prácticas Agrícolas permiten vislumbrar alternativas de manejo eficaces con el foco puesto en la sustentabilidad ambiental. En este marco, a nivel global ya se evalúan estrategias que permiten producir, por ejemplo, usando cada vez menos herbicidas y con la posibilidad de llegar en un futuro a prescindir totalmente de ellos. La robotización y la inteligencia artificial aplicados al agro son resultados de esa tendencia mundial.
Actualmente, las tecnologías de aplicación selectiva ya son innovaciones adoptadas en el campo argentino, con buenos resultados en su desempeño pero todavía con mucho por aprender en cuanto al desarrollo de estrategias que permitan su adopción en todas las regiones y el aprovechamiento de su máximo potencial.
Experiencias locales del manejo integral para el control de malezas
Con el objetivo de diseñar una estrategia integral de control de malezas problemáticas con bajo uso de agroquímicos, los técnicos Diego Ustarroz, Juan Pablo Vélez y Diego Villarroel del INTA Manfredi llevaron a cabo un ensayo que integra el cultivo de cobertura y tecnologías de vanguardia de sensoramiento para la aplicación selectiva de malezas, en este caso con un equipo WeedIt -provisto por la empresa Geosistemas-.
Juan Pablo Vélez, especialista del INTA Manfredi en agricultura de precisión, explicó que diagramaron “un ensayo de tres repeticiones con dos escenarios, uno sobre rastrojo de soja y otro con triticale desecado empleado como cultivo de cobertura”. Y agregó: “En ambos casos la principal maleza era yuyo colorado de diferentes niveles de desarrollo, sobre el cual se realizó la aplicación selectiva con una previa tarea de individualización de los ejemplares mediante marcas que posibilitaron el seguimiento y posterior determinación del nivel de control”.
Por su parte, Diego Ustarroz -experto en malezas del INTA Manfredi-, contó que los dos escenarios planteados “fueron separados en parcelas trabajadas con diferentes tratamientos para comparar y evaluar la efectividad del control planteado”.
De esta manera quedaron cuatro sitios cada uno con una estrategia de manejo específica: en una se realizó control selectivo de malezas sobre el rastrojo de soja, en otra se hizo aplicación selectiva sobre cultivo de cobertura, en una tercera parcela con triticale -empleado como cultivo de cobertura- no se realizó ninguna aplicación y, por último, se dejó un lote testigo de barbecho sin ningún tipo de tratamiento como el peor de los escenarios.
Respecto a los resultados obtenidos, Vélez manifestó: “en la aplicación selectiva realizada sobre la parcela de triticale como cultivo de cobertura se obtuvo un ahorro de herbicida del 60% y un control efectivo de maleza -en este caso yuyo colorado- que alcanzó el 80%”. “Este ahorro es aún mayor si se considera que con el cultivo de cobertura nos ahorramos hasta dos aplicaciones durante su ciclo”, valoró el especialista.
El informe de los especialistas anticipa resultados del ensayo que presentarán como parte del contenido técnico del Curso Internacional de Agricultura y Ganadería de Precisión los días 19 y 20 de septiembre en Manfredi, Córdoba. En ese marco, los técnicos mostrarán los detalles y resultados del planteo con manejo integrado de malezas a través de sistemas tradicionales y tecnologías de agricultura de precisión.
En la imagen del lote experimental en donde se llevó a cabo el ensayo se pueden observar las parcelas (de izquierda a derecha) con los diferentes tratamientos: barbecho químico con WeedIt, cultivo de cobertura con WeedIt, y cultivo de cobertura sin aplicaciones.
El cultivo de cobertura fue un aliado de la agricultura de precisión.
De acuerdo con Ustarroz, la estrategia empleada en este ensayo con una correcta rotación que incluyó el triticale como cultivo de servicio “resulta interesante porque permitiría ahorrar hasta dos aplicaciones de herbicidas y además deja el lote en condiciones óptimas -con baja infestación de malezas-, para que esta tecnología de aplicación selectiva manifieste su máximo potencial medido con el control efectivo y el ahorro de insumos”.
Estas ventajas se suman a los beneficios que aporta el cultivo de triticale al suelo, a la eficiencia de uso del agua y lo netamente productivo, esto último en el caso de que no sea necesario cortar con ciclo para la siembra del cultivo siguiente.

La innovación en la agricultura: un proceso clave para el desarrollo sostenible. Posicionamiento institucional • San José, mayo 2014. IICA

Simplificación, intensificación y diversificación de la rotación de cultivos


Simplificación, intensificación y diversificación de la rotación de cultivos
El aumento de la diversidad de cultivos anuales en el tiempo debe ser considerado como una importante estrategia de manejo para lograr sistemas de cultivos que sincronizan los ciclos de los elementos mayores en el suelo.
AUTORES
PROYECTOS
La historia de los impactos ambientales de la agricultura argentina no difiere de lo acontecido mundialmente, a pesar de ser más joven y de tener algunas diferencias. Si nos situamos en la zona núcleo argentina, en la Pampa ondulada, la agricultura continua desacopló el ciclo del carbono (C) del de nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S) del suelo luego de 120 a 150 años, (Milesi Delaye et al., 2013; Andriulo et al.,1996). Durante este tiempo, el suelo perdió un 40% de sus reservas de materia orgánica originaria (MOS), principalmente, por mineralización.
La fertilización nitrogenada no fue habitual durante la primera centuria luego de la introducción de la agricultura. A partir de 1990 comienza a implementarse, junto a la fosforada, con tasas por debajo de la exportación de nutrientes en una tendencia de simplificación del manejo (Milesi Delaye et al., 2015). Los minerales producidos por oxidación de la MOS tuvieron varios destinos, como la exportación en los productos de cosecha y la migración a ecosistemas adyacentes:  emisión a la atmósfera (CO2, NOX, NO2), lixiviación al agua subterránea (Portela et al., 2006) y escurrimiento en agua y sedimentos (Torti, 2014; Darder et al., 2014).
En los últimos 25 años y, especialmente, durante la última década, el suelo ha pasado a estar en el foco de la discusión.
En este sentido, la ONU declaró en el 2015 el “Año Internacional de los Suelos”2 , dándole un cierre a la inmensa, certera y minuciosa etapa de diagnóstico de los impactos de la agricultura sobre el ambiente y proponiendo un concepto como salida, no una receta.
La idea es muy simple, se trata de abandonar la (vieja) idea de que el suelo es un mero soporte y/o sustrato y empezar a transformarlo en un reactor químico, físico y biológico. De este modo, se apunta a potenciar sus funciones de filtrado, reciclado y almacenamiento. A reemplazar lo mineral (superar las limitantes con productos de síntesis) por lo orgánico (dar importancia a los ciclos naturales).
Existen prácticas de manejo con distinto grado de impacto sobre el acoplamiento de los ciclos de los elementos y la retención de nitrógeno en el sistema que apuntan a revertir la situación mencionada. Escalonándose de menor a mayor eficacia, se encuentran las siguientes estrategias (Drinkwater y Snapp, 2007; Hufnagl-Eichiner et al., 2011):
·         Las que tratan de evitar la fuga de elementos hacia ecosistemas adyacentes sin evitar que el problema continúe (por ej., franjas vegetadas ribereñas).
·         Las técnicas provenientes de la eco-eficiencia, que se focalizan sobre el manejo de los fertilizantes (dosis, fuente y momento)
·         Las de mayor impacto, que se orientan a la re-concepción de los sistemas de cultivos (perennización, diversificación e intensificación de la secuencia, incorporación de leguminosas y cultivos de cobertura).
Varias investigaciones muestran el efecto de la perennización (introducción de cultivos bioenergéticos perennes), de la incorporación de leguminosas y cultivos de cobertura y de la intensificación de las secuencias de cultivos (número de cultivos por año) en la Pampa ondulada sobre los ciclos de C y N, principalmente (Irizar et al., 2016; Restovich et al., 2012). Sin embargo, las rotaciones estudiadas normalmente solo consideran los cultivos de soja (S), maíz (M), trigo (T) y en menor medida vicia y avena como cultivos de cobertura (alta intensificación y diversidad media-alta). 
El manejo de la diversidad de cultivos puede otorgar un mayor beneficio basado en la teoría de vincular biodiversidad con funciones ecosistémicas. Está demostrado, principalmente en pasturas (Figura 2), que a mayor diversidad aumenta la productividad, la eficiencia de uso y la disponibilidad de nutrientes, logrando una mayor estabilidad del sistema (Tiemann et al., 2015).
Sin embargo, cuando se trata de cultivos anuales, lo común es que la diversidad se presente en el tiempo y, en menor medida, en el espacio. La bibliografía muestra los beneficios de las rotaciones diversificadas con el incremento de las reservas de MOS (West y Post 2002; McDaniel et al. 2014) y de la biomasa microbiana del suelo (Tiemann et al., 2015; D’Acunto et al., 2018). 
De esta información empiezan a surgir preguntas ¿Se puede mitigar la degradación del suelo considerando únicamente cultivos anuales de grano? ¿El secuestro de carbono es una cuestión de la cantidad y/o de la calidad del aporte de residuos? ¿Diversificar o intensificar?
Para responder a estas preguntas se analizaron los resultados provenientes de un ensayo de largo plazo de comparación de sistemas de producción ubicados INTA Pergamino. El objetivo fue evaluar el efecto de tres sistemas de producción agrícola bajo siembra directa (SD) sobre las reservas de carbono y nitrógeno orgánicos del suelo (COS y NOS, respectivamente), de fósforo total y azufre total (Pt y St, respectivamente), luego de nueve años y contra su punto de inicio.
INTA Pergamino está ubicado en la zona agrícola núcleo (Pampa ondulada alta < Pampa ondulada < Pampa húmeda < Región Pampeana). El clima es templado húmedo sin estación seca, con temperatura  y precipitación media anual  de 16,5ºC y 990 mm, respectivamente. El área se encuentra cubierta por Argiudoles típicos de textura fina, ilíticos, de régimen térmico, Luvic Phaezom (WRB) de la Serie Pergamino, la cual no presenta fases por erosión (pendiente < 0,5%). En su horizonte A presenta textura franco limosa con un contenido de 23% y 64% de arcilla y limo, respectivamente.
El ensayo se inició en la campaña 2006/2007 en un lote de 9 ha con una historia de, al menos, senta un diseño en bloques completamente aleatorizados con 3 repeticiones. Las parcelas tienen una superficie de 1400 m2, que le permiten utilizar maquinaria de producción comercial. En el mismo se comparan cuatro sistemas de producción: monocultivo de soja (SS); rotación (Rot), producción de cultivos specialities (Sp) y producción orgánica. Los sistemas se diferencian por la estrategia de producción de granos, el manejo de los cultivos y por la diversidad de cultivos. En este trabajo solo se analizaron los sistemas SS, Rot y Sp debido a que se encuentran bajo SD (representativa de la Pampa ondulada), los cuales se describen en la Tabla 1.
Durante el mes de mayo entre 2005 y 2015 se tomaron muestras de suelo compuestas a dos profundidades (0-5 y 5-20 cm) a las que se les determinó COS, NOS,  Pt y St. A su vez, se tomaron muestras para determinar densidad aparente con la finalidad de expresar los contenidos de elementos en reservas a una masa de suelo equivalente. Además, se estimó la masa media de C anualmente aportado por cada sistema.
Algunos Resultados
En la Tabla 2 se presentan los rendimientos alcanzados por los cultivos en cada sistema y la precipitación acumulada para cada una de las campañas agrícola (de junio a mayo). Respecto a las precipitaciones, se pueden observar una elevada variabilidad entre campañas, con un mínimo histórico en la segunda y tercera campaña. Sin embargo, a pesar de que en otras campañas la precipitación acumulada estuvo por encima de la media, su distribución en la campaña no acompañó a los períodos críticos de los cultivos, que terminaron teniendo rendimientos bajos en algunos casos.
Al cabo de nueve años, SS, Rot y Sp tuvieron 1, 3 y 7 cultivos diferentes en 9 años, con un índice de ocupación (tiempo con cultivos –emergencia a madurez fisiológica- sobre tiempo total) de 0,40, 0,56 y 0,45, respectivamente.



En la Tabla 3 se muestran los resultados expresados para una masa de suelo equivalente de 2110 Mg ha-1.
El sistema partió de una situación moderadamente provista de COS y NOS. En 2015, Rot y Sp presentaron mayores reservas de COS y NOS que SS (Irizar, 2010), con una tasa promedio de secuestro de COS de 0,17 Mg COS ha-1 año-1. Sin embargo, Sp fue el único tratamiento que mostró secuestro de COS (p=0,05) y NOS (p=0,01) con respecto al origen mientras que Rot manifestó tendencia en el secuestro de COS (p<0,10) y SS perdió NOS (p<0.05). 
Estimaciones utilizando el modelo AMG (Andriulo et al., 1999) muestran que Rot y Sp realizaron aportes mayores al necesario para mantener las reservas iniciales de COS (aporte para mantener ~3,23 Mg C ha-1 año-1) mientras que en el caso de SS fue similar. Posiblemente, la mayor producción de biomasa (en relación directa con el aporte de C) en Rot y Sp favorece la generación y protección de agregados superficiales estables (datos no mostrados) mientras que en SS la baja cobertura no es suficiente para protegerlos del impacto de la gota de lluvia que sumado a sus residuos de baja relación C/N favorezcan la mineralización de la MOS.
Además, Sp y SS presentaron mayores reservas de St que Rot (p=0.09) en 2015 mientras que Sp fue el único que se diferenció con respecto al origen. Los sistemas no mostraron diferencias entre sí ni con respecto al inicio para Pt. En cuando al aporte medio anual de C, los tres sistemas se diferenciaron entre sí, Rot > Sp > SS.  
En general, a pesar que Rot y Sp se separan de SS, excepto para St, puede observarse que en los primeros dos las reservas finales de COS, NOS y St en Rot y Sp no estuvieron asociadas al aporte anual de  C, N y S (considerando el aporte mineral para N y S, datos no mostrados), la cual fue un 22, 40 y 72% mayor en Rot, respectivamente (West y Post 2002; McDaniel et al. 2014). 
A pesar de que Rot y Sp presentaron un manejo de la nutrición aplicando herramientas de la eco-eficiencia, Sp mostró que con un índice de ocupación similar a SS y con menos insumos y aportes de C que Rot, la diversidad de cultivos, la calidad (química y física) de la biomasa aérea y radical producidas, la cinética de crecimiento y de acumulación de nutrientes de las diferentes coberturas vegetales, evidentemente, generaron múltiples y beneficiosas interacciones suelo-planta. Estos resultados se correspondieron con cambios en la diversidad de la estructura microbiana que favorecieron la sincronización de los ciclos de los elementos mayores en el suelo (Recous et al., 2017).
Consideración Final
Si bien se analizaron sistemas bajo agricultura continua en donde la diversificación es más importante en el tiempo que en el espacio, se demostró que incrementar la diversidad de cultivos en la rotación debe ser considerado como una importante estrategia de manejo para lograr de sistemas de cultivos más sustentables. Aún se debe avanzar en el estudio referido al impacto sobre las comunidades microbiológicas del suelo.


Agricultura sostenible: claves para la arquitectura productiva del futuro. Artículo publicado en la RIA vol. 43 N°2

BUENAS PRACTICAS DE APLICACIONES DE FITOSANITARIOS. INFORME FINAL GRUPO DE TRABAJO INTERMINISTERIAL.

"El glifosato es seguro"

"El glifosato es seguro"
Un experto en biotecnología defiende el principal herbicida y asegura que las críticas de grupos ambientalistas no tienen sustento científico.
Mulet dice que el herbicida es menos tóxico que la aspirina o la cafeína.
Por José Miguel Mulet
Especial para Clarín Rural
En los últimos años se comenzó a alertar sobre la aparente toxicidad del glifosato. La narrativa en contra del herbicida busca poner en duda la capacidad de los expertos. Parece que no sabemos nada sobre el mismo y que lo estemos utilizando impunemente contra la población. Pero esto no es cierto. Cuando un agroquímico es realmente tóxico y su riesgo no compensa sus beneficios, se retira del mercado.

En las últimas décadas se ha prohibido el uso de agroquímicos como las triazinas o el paraquat sin necesidad de ningún debate. ¿Fue por las denuncias de los ambientalistas? En absoluto. Fue por la aparición de informes científicos serios que alertaban de su peligrosidad.
Por el contrario, entre los motivos que sí avalan el uso del glifosato, se encuentran su bajo precio al estar libre de patente desde el 2000, su capacidad de degradarse a los pocos días y, sobre todo, su escasa toxicidad en animales. En resumen, el glifosato es un herbicida eficaz porque inhibe una ruta de biosíntesis de aminoácidos que no está presente en animales, solo en plantas, a diferencia de otros herbicidas que son igualmente tóxicos para animales o plantas. Por poner una comparación, la toxicidad del glifosato es menor que la de la cafeína o la de la aspirina.
Algunos alegarán que hace unos años la OMS declaró que el glifosato era cancerígeno. Esto no es cierto. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), lo clasificó como “probablemente cancerígeno”, pero sin evidencia sólida en humanos. Lo que no se contó es que en esta misma clasificación se encuentra el mate cocido y la carne roja. Por lo que no tiene demasiado sentido que en Argentina, un país donde se come asado y se bebe mate a todas horas, se genere tanta preocupación por algo que no se come, lo que implica un nivel de exposición mucho menor.
Por cierto, en la categoría 1, como cancerígeno confirmado, se encuentra el tabaco, el alcohol y las carnes procesadas como hamburguesas, chorizos, jamón o mortadela.
Que la toxicidad sea tan baja es el motivo por el que el glifosato, sigue autorizado en prácticamente todo el mundo. Entonces, ¿de dónde viene la campaña en contra del glifosato? Los cultivos transgénicos llegaron a nuestros campos a principios de los 90’. Desde ese momento ha sido la tecnología agraria que más rápida implantación ha tenido. Una de las principales potencias ha sido Argentina, gracias a tener un marco regulatorio adecuado para el desarrollo de estos cultivos desde finales de los 80’.
Además, la política fiscal que establece fuertes aranceles a la exportación hace que gran parte de la riqueza de Argentina se deba a los transgénicos. Eso no ha impedido el desarrollo de un fuerte movimiento de protesta que en ocasiones, ha protagonizado actos violentos.
Durante 20 años han alertado sobre los peligros de los transgénicos, peligros que no se han demostrado. Dado que el discurso apocalíptico estaba cayendo por su propio peso, hace unos años el mensaje anti transgénicos mutó y se convirtió mágicamente en una campaña anti glifosato. Dado que muchos transgénicos son resistentes al glifosato, atacar al herbicida era la forma indirecta de atacar a los transgénicos, y por eso nunca se organizaron campañas en contra de los herbicidas realmente tóxicos como el paraquat.
La campaña anti glifosato solo busca réditos políticos para los ambientalistas. De hecho, no olvidemos que el glifosato es también el herbicida más utilizado en Europa, donde no se cultivan transgénicos resistentes al glifosato. Allí, el herbicida es utilizado para el mantenimiento de parques, jardines y banquinas de carreteras, donde salva miles de vidas cada año, evitando los accidentes de ciclistas y motoristas y la proliferación de ratas y otras plagas.
Por lo que, contéstese una pregunta: si el glifosato es tan peligroso ¿cuáles son sus efectos nocivos? ¿Qué enfermedad produce? Difícilmente encontrán a dos activistas que den la misma respuesta y harán el sucio truco de presentar fotos de gente presuntamente afectada por el glifosato, que sufre diferentes patologías. Sin explicar si son personas que viven en comunidades sin alcantarillado o sin atención sanitaria. Por lo tanto, que no le vendan milongas. El debate científico no existe. El glifosato es seguro.
Nota de redacción: el autor es profesor de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia.

Preguntas de la jornada del 14 de junio del 2018


Preguntas surgidas en la segunda Jornada

Para el  Ing Agr Juan Ostojich
-Considera que es posible desde el punto de vista económico el uso de suelos con aptitud agrícola para ganadería. Que aspectos habría que tener en cuenta para aprovechar los aspectos positivos y evitar los negativos (si los hubiera) desde el punto de vista de la agricultura, que es la principal actividad de la zona.
Resp: si, es posible. Por supuesto que debe ser en un planteo intensificado, con alta carga y un sistema de pastoreo rotativo, en una pastura base alfalfa con una excelente implantación. También se debe planificar el uso de alguna reserva y/o suplementación estratégica, especialmente en el invierno o en momentos del año en los cuales por cuestiones climáticas (especialmente por excesos de lluvia) no se puede hacer uso de la pastura
-Considera que hay posibilidades de mejorar la productividad ganadera en para los campos con aptitud solo ganadera (bajos anegables, salinos). Hay tecnología disponible y en que medida se están utilizando.
Resp: Si hay mucha tecnología desarrollada y adaptada, especialmente por los INTA y Universidades, y también algunas instituciones privadas que tienen su lugar de trabajo en zonas donde la mayoría de los suelos de la zona tienen estas características. La mayoría de estas tecnologías requieren una participación muy importante de la persona que toman las decisiones de manejo. Aplicando estas tecnologías es posible aumentar la productividad ganadera en esos campos
-Cuales son las restricciones más importantes que existen para que en la zona se adopten en mayor medida los sistemas mixtos agrícolas-ganaderos.
Resp: Creo que la principal restricción es el modo de producción de la zona en el cual más del 50% de la superficie esta bajo tenencia precaria (alquiler por un año de plazo), Además hay en la zona una “cultura de producción agrícola” y se han perdido en cierto modo la de producción ganadera. La infraestructura no es muy buena (caminos, electricidad) y también está el problema de la inseguridad. Y creo que otra limitante importante es que la ganadería requiere de la participación casi diaria del propietario en el campo
-El impacto sobre el suelo y la sustentabilidad productiva de la inclusión de la ganadería  en los sistemas de producción, lo genera la hacienda o las pasturas perennes sobre la que se basa la producción?.
Resp: lo genera la pastura



Para  el Ing Agr Hernán Mauro
-Cómo se plantea la reposición de la fertilidad de los suelos (especialmente fósforo) en un sistema agroecológico?
Resp: Apuntamos a los cultivos de cobertura de leguminosas (vicia, tréboles) y a ciclos alternados con ganadería para reposición algunos nutrientes y a fomentar recomposición la microbiología del suelo para la mejorar la disponibilidad de micronutrientes. En cuanto al fósforo hay establecimientos que están moliendo  y esparciendo huesos (técnica que se puede adaptar a pequeñas superficies pero no lo creo probable en forma extensiva).
-Cuáles son las mayores dificultades que encuentra para el control de adversidades bióticas sin uso de agroquímicos?
Resp: Creo que la primer dificultad es la no disponibilidad de enemigos naturales por los desmanejos que hemos hecho. Por otro lado, hay que ser muy exacto en el momento de actuar, es decir, no da lo mismo sembrar hoy que la semana que viene o aplicar un fungicida biológico en estados avanzados de enfermedad de la planta, o un insecticida biológico cuando el problema de plaga está instalado. Se requiere una anticipación en el monitoreo y mucho más tiempo de observación.
-En un sistema agroecológico cuales son las  restricciones para la utilización de cultivares transgénicos, los fertilizantes de síntesis y/o productos químicos para el control de plagas? ¿Cómo de definen?
Resp: En realidad en un sistema agroecológico estabilizado, no se usa ningún producto de síntesis química (como aclaré, todavía no es mi caso). En cuanto a las semillas no se usan transgénicos sino variedades seleccionadas naturalmente.
-Existe alguna certificación para los sistemas agroecológicos?
Resp: Por el momento la única certificación oficial que hay es para orgánicos, pero para agroecológicos todavía no hay nada. Se está hablando de una certificación participativa en la que hasta podría participar el estado (INTA, facultades).
-Las labranzas se consideran como una herramienta más en el manejo del sistema agroecológico? ¿Si se utilizan labranzas, como considera que impactan en el nivel de actividad biológica en el suelo?
Resp: Las labranzas son una herramienta más para el manejo del sistema. Considero que un sistema de producción basado en labranzas tal cual las conocemos ahora (arados, discos, etc) no es una solución sino un problema más por la reducción de actividad biológica, perdida de estructura, de materia orgánica, etc. De todas maneras pueden ser necesarias en determinadas condiciones. Por otro lado hay que pensar en otros tipos de labranzas que hoy son muy poco conocidas como el sistema BES para control de malezas y algún otro sistema que hoy todavía no se haya desarrollado.
-Para la mayor difusión/adopción de los sistemas agroecológicos, cual de estos dos aspectos considera más importante: el económico (via mayores precios o menores costos) o el cultural (convencimiento por el beneficio sobre el ambiente, etc).?
Resp: Ambos aspectos van de la mano, en mi caso el movilizador es el convencimiento, pero el económico puede llegar a serlo, a través de la reducción de costos, en el corto plazo. Un tema importante para considerar es que para aplicar un sistema diferente de producción debemos de alguna manera salir de la zona de confort en la que estamos, (sustitución de insumos de sítesis química por insumos biológicos de fabricación propia por ejemplo) lo cual implica ponernos a trabajar de otra forma.
-En los últimos años, ha crecido el interés de los productores por el diseño de sistemas con un enfoque agroecológico?
Resp: El crecimiento es exponencial y creo que tarde o temprano todos los productores van a entrar en algún proceso de reducción de insumos químicos o sustitución de los mismos por biológicos, entendiendo que debemos dar más complejidad a nuestros sistemas y no hacerlos tan simples como un monocultivo agrícola.

Para el Ing Agr Rodolfo Gil
-Para esta zona del país, que restricciones (de tipo ambiental o biológico) se presentan para adoptar sistemas de producción muy intensificados (tipo 2 cultivos por año o con cultivos de servicio o cobertura) que permiten un uso más eficientes de recursos (agua, radiación), obtención de rendimientos unitarios más altos y aportes de carbono al suelo.
Resp:  desde el punto de vista ambiental, Región Pampeana presenta óptimas condiciones edafo-climáticas para intensificar la agricultura y ser más eficiente en el uso de los recursos;  con suelos profundos de muy buena capacidad de almacenaje de agua y una oferta de agua que en promedio alcanza para satisfacer los requerimientos de dos cultivos por año, amén de las buenas condiciones de radiación y temperatura.  Los puntos básicos de atención para una mejor sintonía en la planificación y manejo se relacionan con:
A) La determinación de las ventanas de riesgos (estrés hídrico, heladas, golpes de calor, etc), conjugando en un análisis integrado las características funcionales del suelo (capacidad de almacenaje, agua disponible y conductividad hidráulica), con la “probabilidad de ocurrencia de eventos climáticos (precipitaciones, temperaturas), basados en registros históricos. Con ello se dispone de un “mapa ambiental local” que facilita la planificación del tipo de rotación/intensificación, cultivares y ciclos de madurez, fechas de siembra, fechas de secado de CC, etc.B) Estimación de balances hídricos (con algunos monitoreos de condiciones hídricas en momentos críticos (ej: presiembra, secado de cultivos de cubierta, etc)C)  Estimación y monitoreo de la disponibilidad de nutrientes para una correcta nutrición balanceada en función del nivel y tipo de intensificación.D) Supuestos económicos, financieros y empresariales.E) Aspectos de logística y estructura.
Finalmente, es importante destacar que los resultados deberían analizarse dentro de un mediano plazo (5-10 años), a fin de encontrar respuestas sistémicas de características “sustentables”.
-Cuales son las causas que impiden una adopción masiva de sistemas de producción en siembra directa con rotación de cultivos diversa e intensa, aumentando la eficiencia de utilización de recursos y la sustentabilidad de la producción agrícola.
Resp: escasa concientización sobre el impacto de una agricultura no ajustada a las necesidades  del ambiente local. Esto puede estar relacionado con una insuficiente información (aunque es poco probable en estas zonas de tanta historia agrícola, y estando en la era de las comunicaciones), modalidad de una forma de tenencia de la tierra distorsionada para el uso y manejo de la tierra,  características y comportamientos culturales (varios), falta de normativas de reglamentación y fomento, escasa transferencia de conocimiento (científico) aplicado, escaso protagonismo integrado del productor junto con la ciencia y las instituciones en el desarrollo localizado.
NO son causa la disponibilidad de conocimiento (actual más que suficiente), y la disponibilidad de tecnologías específicas (actual más que suficiente)